Temporizador estético para estudiar
Incorpora pomodoros de desbordamiento a tu díaAunque una jornada laboral de 8 horas deja técnicamente espacio para dieciséis pomodoros, es mejor incorporar un colchón de 2 a 4 pomodoros de «desbordamiento», por si acaso. Utiliza tus pomodoros de sobra para las tareas que te lleven más tiempo del previsto o para las tareas inesperadas que surjan durante el día. Si no los necesitas, utiliza los pomodoros de sobra para aprender o para las tareas de menor prioridad que siempre quedan relegadas al final de tu lista de tareas. Es mucho menos estresante terminar el día con pomodoros de sobra que sobreprogramarse y retrasarse.¿Cuántos pomodoros hay en un día? Con el tiempo, tendrás una mejor idea de cuántos pomodoros de alta calidad eres realmente capaz de completar en un día. No pasa nada si no son dieciséis completos. La gran mayoría de las personas no son realmente productivas durante las 8 horas de un día de trabajo, y los que piensan que lo son probablemente no han prestado suficiente atención. En lo que respecta a los pomodoros, desafíate a ti mismo, pero mantén el enfoque en la calidad sobre la cantidad.
Técnica Pomodoro
Si eres como yo, empezar una tarea/proyecto/sesión de estudio requiere una gran fuerza de voluntad (de la que carezco enormemente). A veces, cuando escribo una entrada en el blog, dejo que CUALQUIER cosa me distraiga o me fascine, como esa maldita mosca que vuela repetidamente hacia la ventana (…). Así que, si te cuesta ponerte a estudiar o a escribir un trabajo (o cualquier tarea, en realidad) -o si te cuesta la productividad en general- puede que sea el momento de sacar el temporizador de cocina de tu abuela y aprovechar la técnica Pomodoro.
Escritora, editora, correctora y conferenciante profesional. Máster en Literatura Inglesa. Apasionada de la educación y la salud mental. Pasa la mayor parte del tiempo con sus gatos y escuchando a Taylor Swift.
Por desgracia, la técnica Pomodoro no consiste en lanzar tomates a la pared en señal de frustración (o a la pizarra en clase). Se trata de la gestión del tiempo y la productividad. La técnica Pomodoro es un método de gestión del tiempo desarrollado en los años 80 por Francesco Cirillo. Cirillo (supuestamente -he oído historias contradictorias-) utilizaba un temporizador de cocina, que parecía un tomate, mientras era estudiante universitario para ayudarle a trabajar y estudiar.
Temporizador Pomodoro online
La técnica Pomodoro es un método de gestión del tiempo desarrollado por Francesco Cirillo a finales de los años 80.[1] Utiliza un temporizador de cocina para dividir el trabajo en intervalos, normalmente de 25 minutos, separados por breves descansos. Cada intervalo se conoce como pomodoro, de la palabra italiana para tomate, por el temporizador de cocina con forma de tomate que Cirillo utilizaba cuando era estudiante universitario[2][3].
La técnica se ha popularizado ampliamente mediante aplicaciones y sitios web que ofrecen temporizadores e instrucciones. Estrechamente relacionado con conceptos como el timeboxing y el desarrollo iterativo e incremental utilizados en el diseño de software, el método se ha adoptado en contextos de programación por parejas[4].
Uno de los objetivos de la técnica es reducir el efecto de las interrupciones internas y externas sobre la concentración y el flujo. Un pomodoro es indivisible; cuando se interrumpe durante un pomodoro, se debe registrar y posponer la otra actividad (utilizando la estrategia de informar – negociar – programar – llamar de nuevo[7]) o se debe abandonar el pomodoro[1][6][8].
Los casos específicos deben manejarse con sentido común: si se termina una tarea mientras el Pomodoro sigue en marcha, se aplica la siguiente regla: Si un Pomodoro comienza, tiene que sonar. Es una buena idea aprovechar la oportunidad para el sobreaprendizaje, utilizando la parte restante del Pomodoro para revisar o repetir lo que has hecho, hacer pequeñas mejoras y anotar lo que has aprendido hasta que suene el Pomodoro[9].
Estética del temporizador Pomodoro
La técnica de estudio Pomodoro fue desarrollada por un estudiante universitario que tenía dificultades para concentrarse en sus estudios y tareas. Se pidió a sí mismo que se mantuviera concentrado durante 10 minutos y cogió un temporizador con forma de Pomodoro para cronometrarse. Y así nació la Técnica Pomodoro. Todo lo que necesitas para que la técnica funcione es un temporizador.
25 minutos – 5 minutos de descanso es una guía aproximada, pero depende de los estudiantes. Depende de la capacidad de atención personal y de la disciplina para mantenerse concentrado. Si 25 minutos es demasiado poco, aumente a 45 o 50 minutos y dé 10 minutos de descanso en su lugar. El tiempo puede modificarse en función de las preferencias y de la cantidad de tareas que haya que realizar.
No juegues ni veas la televisión en el sofá cuando te tomes ese descanso. No querrás interrumpir tu ritmo de estudio y volver a procrastinar. Por lo tanto, es mejor que te mantengas alejado de cualquier posible distracción que pueda hacerte procrastinar. En lugar de eso, pasa el descanso sabiamente dando un paseo por tu casa o tomando una taza de bebida refrescante.