Gestión del tiempo
Antes de empezar a estudiar en serio, tienes que concentrarte. Minimiza o elimina todas las distracciones posibles, tanto las internas (soñar despierto o componer listas de tareas mentales) como las externas (amigos, compañeros de piso, ruido, teléfonos móviles y redes sociales) para poder concentrarte plenamente en la tarea que tienes entre manos.
Si tienes problemas para minimizar las distracciones, utiliza el sistema de marcas de verificación. Cada vez que pierdas la concentración, haz una marca en una tarjeta de puntuación que tengas en tu escritorio. Cuenta el número de marcas al final de la sesión de estudio. Ponte como objetivo reducir el número de marcas cada vez que estudies.
Practica las preguntas. Tanto si están en tu libro de texto como si tienes que inventarlas tú mismo, intenta hacer el mayor número posible. En lugar de limitarse a recitar información, las preguntas te piden que apliques tus conocimientos, asegurándote de que realmente entiendes la información.
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Técnicas de estudio pdf
Al llegar a la universidad, los estudiantes se dan cuenta de que sus anteriores hábitos de estudio en la escuela secundaria ya no sirven. Sus días están ahora llenos de lecturas intensivas y discusiones más rigurosas, y los resultados de sus exámenes afectan significativamente a su rendimiento general.
A diferencia de lo que ocurría en el instituto, tus profesores universitarios te toman como un individuo maduro e independiente que debe abrirse camino entre los estudiantes. Debido a lo competitiva que puede llegar a ser la universidad, los estudiantes aprovechan todas las técnicas universitarias que puedan conseguir para tener éxito.
La planificación y la organización son esenciales en la universidad, sobre todo a la hora de estudiar y preparar los exámenes. Reunir todos los materiales y apuntes del curso antes de empezar les asegurará que no se les escape nada.
Estarán más motivados y serán más eficientes para alcanzar sus objetivos si desarrollan buenos hábitos de estudio y estrategias de aprendizaje. Comprueba los increíbles beneficios de incorporar las técnicas de estudio a tu vida universitaria:
El ciclo de estudio es esencial para que todo estudiante pueda maximizar las oportunidades de aprender productivamente. Este proceso consta de varias partes que incluyen la vista previa, la incorporación a la clase, el repaso, el estudio y la evaluación de la comprensión del estudiante.
Pensamiento crítico
Tanto si estás en el instituto como si eres un adulto que vuelve a la universidad, compaginar los deberes con otras responsabilidades puede ser todo un reto. Si estás al borde del agotamiento, aquí tienes algunos consejos de estudio que están científicamente probados para ayudarte a tener éxito.
Marca en tu calendario los espacios de tiempo que puedes dedicar a tus estudios. Debes programar un tiempo de estudio cada día, pero otros compromisos pueden hacer que algunas sesiones sean más largas que otras.
Esta es una de las razones por las que es tan importante programar el tiempo de estudio: reduce la tentación de quedarse despierto toda la noche empollando para un examen importante. En lugar de eso, deberías intentar dormir siete o más horas la noche antes de un examen.
Hay un delicado equilibrio cuando se trata del mejor lugar de estudio: Necesitas un lugar que sea cómodo sin que sea tan relajante que acabes quedándote dormido. Para algunas personas, eso significa trabajar en un escritorio. Otros se sienten mejor en el sofá o en la mesa de la cocina. La cama, por el contrario, puede ser demasiado cómoda.
Rodearse de paz y tranquilidad te ayuda a concentrarte. Si los niños hacen mucho ruido o hay obras delante de tu ventana, puede que tengas que trasladarte a un dormitorio en el piso de arriba, a una cafetería tranquila o a tu biblioteca local.
Métodos de estudio científicamente probados
Si te encuentras luchando por terminar las tareas antes de la fecha límite o llegas a los exámenes deseando haber encontrado el tiempo para estudiar más, no estás solo. Muchos estudiantes luchan por gestionar el tiempo para sus estudios, y en el ajetreado mundo actual no es de extrañar.
Miles de estudiantes han gestionado su tiempo de estudio con la Técnica Pomodoro, creada por Francesco Cirillo en 1999. El hecho de que su método se haya utilizado ampliamente durante más de 20 años demuestra su eficacia.
El método se basa en estudiar en intervalos de tiempo. De hecho, Cirillo lo llamó así por el temporizador que utilizaba, que tenía forma de tomate (pomodoro en italiano). Cirillo descubrió que dividir las tareas grandes en unidades de tiempo más pequeñas y manejables (llamadas “pomodoros”) es la forma más eficaz de estudiar.
Aprendemos mejor cuando nos dedicamos por completo a una tarea, pero esto puede ser mentalmente agotador. Con esta intensidad, los descansos son importantes. Durante las pausas más largas, nuestro cerebro asimila la nueva información y descansa para la siguiente ronda. Con la práctica, tus pomodoros tendrán más éxito y mejorarás tu capacidad de atención y concentración.