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Que tengo que estudiar para ser ceo

Cómo convertirse en director general después del 12º curso

En algún momento de su carrera, la mayoría de los ejecutivos -si no todos- aspiran a convertirse en el director general de su organización. ¿Y por qué no? Sin embargo, como ocurre con la mayoría de las cosas en la vida, una cosa es la aspiración y otra la ejecución.

Para aumentar sus probabilidades de convertirse en un candidato viable a director general, tendrá que evolucionar de forma espectacular. Es posible que sea un exitoso Director Financiero, Director de Marketing o jefe de una importante división operativa con un sólido historial de logros. Pero esa experiencia -aunque probablemente sea necesaria para ser considerado- no es suficiente para convertirlo en un director general.

Basándome en mis 40 años de experiencia trabajando estrechamente con una gran variedad de directores generales como miembro y presidente del consejo de administración, hay dos consideraciones importantes que exigen la atención del consejo de administración a la hora de planificar la sucesión y la atención de los aspirantes a directores generales a la hora de planificar sus carreras:

No es el fracaso lo que cuenta en tu contra. Se trata de crear agilidad. Por eso, la palabra «pivotar» se ha convertido en un nuevo mantra de la dirección, como «íbamos hacia el noroeste, pero ahora pivotamos hacia el sureste».

Parag agrawal

12 de marzo de 2015,09:25am EDT|¿Estás preparado para escalar el palo grasiento del éxito? Si es así, deberías empezar con una licenciatura en ingeniería (y, sí, unirte a una fraternidad mientras lo haces). Después de graduarte, adquiere unos años de experiencia laboral relacionada antes de volver a estudiar un MBA en una universidad de primera línea, y luego sigue con una temporada en Bain o McKinsey. Por último, da el salto a la empresa que esperas dirigir algún día, y asegúrate de obtener experiencia operativa y exposición internacional.

Estos son los pasos que he identificado al estudiar a los directores generales de la lista Fortune 100 y a 222 directores generales de 18 empresas que han sobrevivido durante más de 100 años. También entrevisté a directores generales y a expertos en sucesión de directores generales de Egon Zehnder, Heidrick & Struggles y Merryck & Co.

A no ser que seas un fundador, tus posibilidades de llegar al puesto más alto sin un título son prácticamente inexistentes. Poco más de la mitad de los directores generales de Fortune 100 tienen un título en negocios, economía o contabilidad, mientras que el 27% estudió ingeniería o ciencias y el 14% derecho. Afortunadamente, no es necesario gastar el dinero en una escuela superior a estas alturas. Alan Mulally, de Ford, por ejemplo, hizo su licenciatura en la Universidad de Kansas.    Randall L. Stephenson, de AT&T, se graduó en la Universidad de Oklahoma Central. En su último libro, Malcom Gladwell sostiene que, entre las personas con puntuaciones similares en la prueba SAT, a las que asisten a una escuela de menor rango les va mejor en la vida. Sostiene que eso les permite mantener su confianza, mientras que incluso los chicos más inteligentes pueden tener dificultades en unas clases repletas de superdotados académicos.

Tim Cook

Los directores generales (CEO) ocupan una posición muy influyente y distinguida en sus organizaciones: planifican la trayectoria de las empresas, ayudan a los distintos departamentos a alcanzar sus objetivos y a cumplir las normas y reglamentos, y garantizan la solidez y estabilidad financiera de la organización a corto y largo plazo. Los directores generales de los hospitales tienen esas tareas administrativas, financieras y de cumplimiento, pero también son responsables de la atención al paciente, la seguridad y la educación. Además, los directores generales de los hospitales suelen participar en actividades filantrópicas, sociales o de recaudación de fondos relacionadas con su carrera.

El éxito de una organización sanitaria depende de la capacidad de su director general para alcanzar los objetivos, cumplir los presupuestos y garantizar que su institución esté dotada de los recursos necesarios para ofrecer una atención segura y eficaz a los miembros de la comunidad. Un director general con éxito debe ser capaz de diagnosticar objetivamente los problemas de la empresa y saber cómo remediarlos, así como liderar una cultura de responsabilidad y establecer expectativas claras para los empleados. Los directores generales que pueden cumplir estos objetivos sin dejar de cumplir sus obligaciones con los pacientes hacen que los hospitales y los sistemas de salud sean más seguros, más fuertes financieramente y más capaces de responder a las necesidades cambiantes del sector.

Cómo llegar a ser director general en 5 años

¿Sabes cómo llegar a ser el director general de la empresa? Muchas personas que se encuentran al principio de su carrera profesional sueñan con convertirse en CEO, es decir, en director general. Hay varios caminos que conducen a este papel. Sin duda, se necesita una gran cantidad de persistencia y resistencia. ¿Qué otros rasgos y habilidades son cruciales para convertirse en director general de la empresa? Averigüémoslo.

Un presidente de empresa exitoso no sólo tiene que ser capaz de pensar en el futuro y planificar el curso de desarrollo de la empresa, sino que tiene que saber cómo alcanzar todos los objetivos de la empresa. Debe conocer bien su sector para gestionar eficazmente la empresa todo el tiempo. Las grandes habilidades comunicativas también son esenciales, ya que permiten una cooperación fluida con otros directores, gerentes y el Consejo de Administración. La habilidad no es suficiente para ocupar el puesto de director general.

Echemos un vistazo a las estadísticas y a las posibilidades de convertirse en director general. Según Zippia, actualmente en Estados Unidos el 30,9% de los directores generales son mujeres, mientras que el 64,2% son hombres. La edad media de los directores generales es de 52 años. El grupo étnico más numeroso de directores generales es el de los blancos (81,1%), el siguiente es el de los latinos (7,0%) y el de los asiáticos (6,8%).