¿Cómo contribuye la arqueología al estudio de la cultura?
Los arqueólogos que estudian la prehistoria (una época anterior al texto escrito) tienen una ardua tarea. Deben reconstruir un relato de la historia de la humanidad con todos los detalles que puedan obtener a partir de un conjunto limitado de pistas, como artefactos, objetos fabricados y utilizados por alguien en el pasado y otros restos físicos. Algunas preguntas, como «¿cuándo había gente aquí?», «¿dónde vivían?» o «¿qué comían?», son bastante sencillas de responder. Otras, como «¿qué fiestas celebraban?» o «¿quiénes eran sus líderes?», son mucho más difíciles. Parte de la dificultad radica en que estos detectives trabajan a partir de un conjunto incompleto de pistas. Algunas pistas están ocultas bajo el suelo a la espera de ser excavadas y analizadas, mientras que otras, fabricadas con materiales más frágiles, se han desintegrado con el tiempo y ya no pueden verse. A pesar de las difíciles tareas a las que se enfrentan, los arqueólogos no pueden dejar de lado su fascinación por el pasado, por lo que siguen formulando preguntas, persiguiendo pistas y formando y probando hipótesis en su intento de comprender cómo era la vida «hace tiempo».
Importancia de la arqueología en la historia
Los arqueólogos estudian la actividad humana del pasado excavando, datando e interpretando objetos y lugares de interés histórico. Llevan a cabo proyectos de excavación, conocidos informalmente como «excavaciones», preservan los restos arqueológicos y recogen datos que les permiten comprender el pasado.
Aunque el trabajo de campo arqueológico suele realizarse en equipo, es posible trabajar por cuenta propia. Los contratos temporales son habituales. Se puede trabajar al aire libre en una excavación o en una inspección de un yacimiento o en el interior de una oficina, un laboratorio o un museo, aunque lo más probable es que se trabaje en el interior a medida que se avanza.
Con la experiencia, hay posibilidades de realizar trabajos de consultoría. Pueden surgir oportunidades de viajar a nivel nacional e internacional a través de diferentes lugares de excavación, trabajos de consultoría con organizaciones internacionales de desarrollo o la asistencia a conferencias profesionales.
Aunque el trabajo puede ser físicamente agotador y puede implicar largos periodos de tiempo trabajando al aire libre en todo tipo de condiciones meteorológicas, la mayoría de los arqueólogos son apasionados de su trabajo y disfrutan de la emoción de descubrir más sobre las civilizaciones del pasado.
Una persona que estudia la arqueología se llama
La arqueología abarca tanto las Ciencias como las Ciencias Sociales/Humanidades y, como tal, constituye una excelente asignatura general para los estudiantes de grado que se especializan en otras asignaturas de la Facultad de Ciencias o de la Facultad de Humanidades.
La arqueología abarca tanto las Ciencias como las Ciencias Sociales/Humanidades y, como tal, constituye una excelente asignatura general para los estudiantes que se especializan en otras asignaturas de la Facultad de Ciencias o de la Facultad de Humanidades.
La arqueología es el estudio del pasado humano a través del análisis de la cultura material y otros restos físicos. Nuestra investigación y enseñanza abarca todo el espectro temporal, desde la Edad de Piedra hasta el pasado histórico, e incluye la arqueología de excavación y los estudios de arte rupestre.
Los campos centrados en el análisis de los restos arqueológicos, como los análisis arqueofaunísticos, arqueobotánicos y geoarqueológicos, resuenan con las asignaturas de Ciencias Animales, Vegetales y Medioambientales, y las Geociencias.
El amplio rango temporal de la arqueología, que abarca efectivamente los últimos 8 millones de años en África, la convierte en una asignatura complementaria ideal para cualquier persona que se dedique al estudio del cambio medioambiental o de la historia humana.
Cómo estudian los arqueólogos el pasado
La arqueología o la arqueología[a] es el estudio científico de la actividad humana mediante la recuperación y el análisis de la cultura material. El registro arqueológico consta de artefactos, arquitectura, biofactos o ecofactos, yacimientos y paisajes culturales. La arqueología puede considerarse tanto una ciencia social como una rama de las humanidades[1][2]. En Europa suele considerarse una disciplina por derecho propio o un subcampo de otras disciplinas, mientras que en Norteamérica la arqueología es un subcampo de la antropología[3].
Los arqueólogos estudian la prehistoria y la historia de la humanidad, desde el desarrollo de las primeras herramientas de piedra en Lomekwi, en África oriental, hace 3,3 millones de años, hasta los últimos decenios[4] La arqueología es distinta de la paleontología, que es el estudio de los restos fósiles. La arqueología es especialmente importante para conocer las sociedades prehistóricas, de las que, por definición, no existen registros escritos. La prehistoria incluye más del 99% del pasado humano, desde el Paleolítico hasta la aparición de la alfabetización en las sociedades de todo el mundo[1] La arqueología tiene varios objetivos, que van desde la comprensión de la historia de la cultura hasta la reconstrucción de las formas de vida del pasado, pasando por la documentación y explicación de los cambios en las sociedades humanas a lo largo del tiempo[5] El término arqueología, derivado del griego, significa literalmente «el estudio de la historia antigua»[6].