Formacion

Estudios sobre inteligencia emocional

Artículos sobre inteligencia emocional

¿Por qué molestarse en estudiar la Inteligencia Emocional? Bueno, ¿te imaginas un mundo en el que no entendieras ninguno de tus sentimientos? ¿O en el que no pudieras percibir que otra persona está enfadada contigo por su mirada feroz? ¡Sería una pesadilla!

También esperamos responder a algunas de sus preguntas sobre la inteligencia emocional, como “¿la inteligencia emocional implica competencias específicas?” y “¿está la inteligencia emocional vinculada a los rasgos de la personalidad?”. ¡Que lo disfruten!

Antes de seguir leyendo, pensamos que le gustaría descargarse gratuitamente nuestros 3 Ejercicios de Inteligencia Emocional. Estos ejercicios, basados en la ciencia, no sólo mejorarán tu capacidad para comprender y regular tus emociones, sino que también te darán las herramientas necesarias para fomentar la inteligencia emocional de tus clientes, alumnos o empleados.

¿A qué nos referimos cuando hablamos de inteligencia emocional? Empecemos por hablar de “inteligencia”. La inteligencia se refiere a la capacidad mental humana única para manejar y razonar sobre la información (Mayer, Roberts y Barsade, 2008).

Inteligencia emocional y éxito académico

Bienvenido a nuestra nueva serie mensual de podcasts en la que el Dr. Robert Emmerling entrevistará a miembros del Consorcio de Inteligencia Emocional para explorar la relevancia de las emociones y la investigación de la inteligencia emocional en el lugar de trabajo moderno.

NUEVO – El Dr. Neal Ashkanasy habla de un modelo de emociones que corresponde a cinco niveles discretos de análisis y proporciona ejemplos de cómo la comprensión de las emociones en múltiples niveles puede ser útil para entender y mejorar la eficacia de la organización.

En esta entrevista, el Dr. Scott Taylor, experto en liderazgo, analiza el papel que desempeña la inteligencia social y emocional en el liderazgo empresarial y cómo la teoría y la práctica emergentes pueden aplicarse para ayudar a los empresarios.

Durante muchas décadas, la sabiduría convencional era que la emoción no tiene cabida en el mundo laboral, y que el líder ideal es aquel que aborda los problemas de forma racional y sin emociones. Sin embargo, la realidad es que las emociones son inevitables cuando un grupo de personas se reúne durante un largo periodo de tiempo para trabajar en tareas desafiantes, y si se utilizan de forma eficaz, los estados de ánimo y las emociones de un líder pueden ser una ventaja en lugar de un inconveniente.

Últimas investigaciones sobre la inteligencia emocional

La inteligencia emocional (IE) se define a menudo como la capacidad de percibir, utilizar, comprender, gestionar y manejar las emociones. Las personas con un alto nivel de inteligencia emocional pueden reconocer sus propias emociones y las de los demás, utilizar la información emocional para guiar el pensamiento y el comportamiento, discernir entre los distintos sentimientos y etiquetarlos adecuadamente, y ajustar las emociones para adaptarse a los entornos[1]. Aunque el término apareció por primera vez en 1964,[2] ganó popularidad en el exitoso libro de 1995 Inteligencia emocional, escrito por el periodista científico Daniel Goleman. Goleman definió la IE como el conjunto de habilidades y características que impulsan el rendimiento del liderazgo[3].

La inteligencia emocional se refiere a la capacidad de percibir, controlar y evaluar las emociones. Algunos investigadores sugieren que la inteligencia emocional puede aprenderse y reforzarse, mientras que otros afirman que es una característica innata[cita requerida].

Se han desarrollado varios modelos para medir la IE. El modelo de rasgos, desarrollado por Konstantinos V. Petrides en 2001, se centra en el autoinforme de las disposiciones conductuales y las capacidades percibidas[4] El modelo de capacidades, desarrollado por Peter Salovey y John Mayer en 2004, se centra en la capacidad del individuo para procesar la información emocional y utilizarla para desenvolverse en el entorno social[5] El modelo original de Goleman puede considerarse ahora un modelo mixto que combina lo que desde entonces se ha modelado por separado como IE de capacidades y IE de rasgos. Las investigaciones más recientes se han centrado en el reconocimiento de las emociones, que se refiere a la atribución de estados emocionales basados en observaciones de señales visuales y auditivas no verbales[6][7] Además, los estudios neurológicos han tratado de caracterizar los mecanismos neurales de la inteligencia emocional[8][9].

Documento de investigación sobre la inteligencia emocional pdf

En la Tabla 2 se presenta un análisis de correlación entre todas las puntuaciones del MSCEIT y los resultados generales en AC y EF. Hubo más correlaciones significativas entre las puntuaciones del MSCEIT (TOT, Área, Rama y Tarea) y los resultados generales de AC que para los resultados generales de EF; la puntuación TOT se correlacionó con la puntuación general de AC (r = 0,24) y la puntuación general de EF (r = 0,21) (Tabla 2). Cuando se examinó la asociación entre la TOT y el rendimiento académico por separado en cada año académico, la correlación significativa entre la TOT y la CA sólo se observó en los estudiantes de medicina de primer año (r = 0,29, p = 0,01), y la correlación significativa entre la TOT y la FE sólo se observó en los estudiantes de medicina de último año (r = 0,28, p = 0,02).Tabla 2

La IE y el rendimiento académico generalDebido a que el género y la lengua materna tienen un impacto en las puntuaciones de la inteligencia emocional, realizamos análisis de regresión múltiple sobre los resultados de la AC y la FE. Tras ajustar por el género, la etnia y la socialización, la puntuación de la TOT seguía siendo un predictor de un buen resultado en el AC (Tabla 3). Estos predictores explicaron el 32,3% de la varianza del buen resultado en el AC. Después de ajustar el género, la etnia y la calidad del profesor, la puntuación de la TOT seguía siendo un predictor de un buen resultado en la EF (OR 1,07, IC del 95%: 1,019 a 1,116). Este modelo podía explicar el 37,8% de la variación en la obtención de buenos resultados en EF. Después de ajustar por el género, la etnia, la intención de estudio, la ansiedad autopercibida y la religiosidad, la puntuación TOT fue un predictor negativo de lograr un mal resultado en la AC (OR 0,97 IC del 95%: 0,935 a 1,000). Este modelo pudo explicar el 47,3% de la variación en la obtención de un mal resultado en AC.Tabla 3