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En la Unión EuropeaVarios parlamentarios de la UE han salido en apoyo de Puigdemont, argumentando que la extradición sería una “burla” del derecho europeo.La diputada irlandesa, Clare Daly, tuiteó que ella y sus colegas “no se quedarán de brazos cruzados mientras los Estados miembros distorsionan la UE para llevar a cabo una vendetta contra los opositores políticos”.Este es un abuso flagrante del derecho de la UE para perseguir a @KRLS, nuestro colega parlamentario. Es una burla al Estado de Derecho en Europa. Yo y otros no nos quedaremos quietos mientras los Estados miembros distorsionan la UE para llevar a cabo una vendetta contra los oponentes políticos. https://t.co/MFzoN1Kr7Q- Clare Daly (@ClareDalyMEP) September 24, 2021
Con felipe vi, carles puigdemont y valtonyc
Las disputas sobre la condición de Estado y la soberanía son la base de los debates políticos actuales. Independientemente de que los desafiantes sean secesionistas que buscan la independencia, gobiernos populistas que se resienten de la supuesta infracción de la UE a su autoridad, o Rusia que pone en peligro militar e ideológicamente la estatalidad de Ucrania, estas disputas están en el centro de las relaciones internacionales en Europa y más allá. La relevancia de estas cuestiones demuestra que la condición de Estado y la soberanía son conceptos intrínsecamente controvertidos con un gran potencial de movilización política.
Carles Puigdemont es un político catalán que fue presidente de Cataluña entre 2016 y 2017. Bajo su liderazgo, el gobierno catalán organizó un referéndum de independencia, en el que el Sr. Puigdemont apoyó la secesión de Cataluña de España. Tras la represión del movimiento independentista llevada a cabo por las autoridades españolas, el Sr. Puigdemont vive actualmente en Bélgica y es miembro del Parlamento Europeo.
En conversación: Carles Puigdemont
Qué rápido se le quita el brillo. Cuando el 26 de octubre Carles Puigdemont, el presidente separatista de Cataluña, señaló que no convocaría elecciones regionales, desencadenando así una declaración unilateral de independencia de España, su decisión dejó a Europa sin aliento.
La táctica de Puigdemont había servido hasta ese momento para integrar y movilizar el apoyo de la población, y a su liderazgo se le atribuía el mérito de dar vida a la visión nacionalista de un Estado catalán. Pero a las pocas horas de esa declaración, Cataluña pasó a ser gobernada directamente por Madrid, y Puigdemont huyó a Bruselas con cuatro de los ministros de su gabinete, para asombro de muchos en la región, especialmente de aquellos que esperaban que se enfrentara a Madrid y, como mínimo, liderara una campaña de desobediencia civil.
Puigdemont defendió su decisión, argumentando que él y sus colegas viajaron a Bélgica para plantear su caso de la condición de Estado en las instituciones de la UE, pero esto no impidió que los columnistas de los periódicos lo ridiculizaran y los caricaturistas lo dibujaran escondido en una caja de chocolates belgas.
Carles Puigdemont en Catalunya Ràdio | Vila d’Amer
El expresidente catalán Puigdemont y sus dos compañeros, todos ellos elegidos en las elecciones europeas como miembros del partido independentista Junts per Catalunya, fueron despojados de sus derechos parlamentarios el pasado mes de marzo después de que una mayoría de compañeros de la cámara votara a favor de hacerlo.
Los tres políticos, que abandonaron Cataluña por Bélgica en otoño de 2017 por temor a ser encarcelados por su papel en el fallido intento de separación de España, impugnaron la decisión del Parlamento Europeo ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea en Luxemburgo.
En declaraciones después de que el Parlamento de la UE votara para despojarlo de su inmunidad, Puigdemont dijo que lamentaba las implicaciones que la decisión tendría para la democracia europea. “Hemos perdido nuestra inmunidad, pero el Parlamento Europeo ha perdido mucho más. Es una clara persecución política”, dijo.