Calculadora de la huella de carbono
La Evaluación de la Huella Hídrica es un proceso de cuatro fases que cuantifica y mapea las huellas hídricas verdes, azules y grises, evalúa la sostenibilidad, la eficiencia y la equidad del uso del agua e identifica qué acciones estratégicas deben priorizarse para hacer que una huella sea sostenible.
Una evaluación de la huella hídrica puede adaptarse a los objetivos y al alcance del estudio. El objetivo de la evaluación de la huella hídrica aclara lo que se hará en los pasos siguientes: contabilidad, evaluación de la sostenibilidad y formulación de respuestas. El alcance de la evaluación define la escala espacial y temporal del estudio, por ejemplo, si se centrará en todo el mundo o en una sola cuenca hidrográfica, si abarcará un año o varios, si incluirá una parte o toda la cadena de valor, si abordará un producto o una instalación o una empresa entera.
Pueden proceder de bases de datos mundiales, como WaterStat, o recogerse localmente. Los cálculos de la huella hídrica verde, azul y gris siguen la metodología descrita en el Manual de Evaluación de la Huella Hídrica.
Datos de la huella ecológica
El uso de calculadoras de huella ecológica es un valioso punto de partida para los educadores que deseen involucrar a los estudiantes en diálogos importantes sobre una amplia gama de temas de sostenibilidad y resiliencia ambiental. Las huellas ecológicas son cálculos del uso de los recursos naturales que evalúan el impacto medioambiental. Normalmente miden los niveles de consumo de recursos en relación con la disponibilidad de los mismos, y pueden escalarse para abordar el consumo de individuos, comunidades universitarias, ciudades o naciones enteras.
Hay dos tipos generales de calculadoras, las de «Huella Ecológica» que atienden al uso de recursos en muchas categorías de recursos, y las que son más específicas para recursos individuales, sobre todo las «Calculadoras de Carbono». Las calculadoras de la huella ecológica son más complejas, ya que atienden a una mayor diversidad de recursos naturales y sus usos, y suelen medir el uso de los recursos en relación con la cantidad total de recursos disponibles, dando cuenta así de una cierta aproximación a los límites naturales del consumo. Las calculadoras de carbono miden el consumo de recursos de carbono y son especialmente útiles en lo que respecta a una de las amenazas medioambientales y cuestiones políticas más importantes de nuestro tiempo, el cambio climático. Podría decirse que también son buenos indicadores del uso de recursos en general, ya que el uso de combustibles fósiles está profundamente arraigado en todas las formas de consumo. Por lo general, los cálculos de carbono no implican una medida de las existencias naturales totales de combustibles basados en el carbono u otros recursos, aunque sus resultados pueden analizarse en el contexto de los niveles de contaminación atmosférica que se consideran necesarios para frenar problemas como el cambio climático.
Huella de carbono
Cuando conduces tu coche, compras un par de zapatillas o asas un filete, contribuyes a la emisión de dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero a la atmósfera. Es tu huella de carbono. Muchos países, instituciones y empresas se han comprometido a reducir sus emisiones, mientras que la UE se ha fijado incluso el objetivo de ser «neutral desde el punto de vista climático» para 2050. Como individuo, usted también puede calcular su huella de carbono y reducirla. Descubra cómo.
Los gases de efecto invernadero se emiten a través de la producción y el consumo de bienes y servicios. La huella de carbono es un concepto utilizado para cuantificar el impacto de una actividad, una persona o un país en el cambio climático.
¿Cuánto carbono se emite para producir tu camiseta, tu comida o tu teléfono? La cantidad dependerá de las opciones de producción y consumo. Si tomamos el ejemplo del transporte, coger el avión emite 285g de carbono por kilómetro, frente a los 104g del coche y los 14g del tren. Lo mismo ocurre con el tipo de carne o pescado que se come o el tipo de vaqueros que se compra.
Los siete mil millones de habitantes del mundo consumen cantidades variables de los recursos del planeta. Según las previsiones de las Naciones Unidas, la población mundial podría alcanzar los 9.700 millones de personas en 2050, y más de 11.000 millones en 2100. El crecimiento de la población aumenta las emisiones y agota los recursos del planeta.
Calculadora de la huella
Por el lado de la demanda, la Huella Ecológica suma todas las áreas productivas por las que compite una población, una persona o un producto. Mide los activos ecológicos que una población o un producto determinados necesitan para producir los recursos naturales que consumen (incluidos los alimentos y fibras de origen vegetal, los productos ganaderos y pesqueros, la madera y otros productos forestales, el espacio para las infraestructuras urbanas) y para absorber sus residuos, especialmente las emisiones de carbono.
Desde el punto de vista de la oferta, la biocapacidad de una ciudad, un estado o una nación representa la productividad de sus activos ecológicos (incluidas las tierras de cultivo, las tierras de pastoreo, las tierras forestales, las zonas de pesca y las tierras edificadas). Estas áreas, especialmente si se dejan sin explotar, también pueden servir para absorber los residuos que generamos, especialmente nuestras emisiones de carbono procedentes de la quema de combustibles fósiles.
Si la Huella Ecológica de una población supera la biocapacidad de la región, ésta tiene un déficit de biocapacidad. Su demanda de bienes y servicios que su tierra y sus mares pueden proporcionar -frutas y verduras, carne, pescado, madera, algodón para la ropa y absorción de dióxido de carbono- supera lo que los ecosistemas de la región pueden regenerar. En comunicaciones más populares, también llamamos a esto «déficit ecológico». Una región en déficit ecológico satisface la demanda importando, liquidando sus propios activos ecológicos (como la sobrepesca), y/o emitiendo dióxido de carbono a la atmósfera. Si la biocapacidad de una región supera su Huella Ecológica, tiene una reserva de biocapacidad.